lunes, 27 de junio de 2011

El triatlón y la vida...

Este es un blog en el que hablo de las cosas que me gustan... sobre todo de moda, pero una de mis grandes pasiones es el deporte, porque para mi es lo que da sentido a mi vida... puede salirme todo mal pero el entrenamiento diario siempre está ahí... nunca me falla.
Pues hoy, os quiero contar lo que sentí este fin de semana mientras veía el campeonato de Europa de triatlón de Pontevedra... 



Durante la carrera a pie, Javi Gómez Noya tuvo que parar de correr unos segundos mientras su cara reflejaba un sensación de malestar que le impedía rendir al máximo, entonces en ese preciso instante apareció Iván Raña, que frenó en su carrera para ayudar a su compañero, fue un breve instante en el que Iván sujetó del brazo a Javi, no sé lo que se dijeron entre ellos, lo único pero sé es que Javi comenzó a correr primero muy lento junto a Iván, para luego acelerar un poquito pero "siempre juntos" a su ritmo... ese al que no nos tienen acostumbrados, pero era el que tocaba... 
Durante el resto de la carrera, los vi juntos, charlando, quizás Iván le hablaba a Javi para que olvidara el fuerte dolor que sentía... 
 Y al llegar a la meta Iván le dice a Javi que pase pero éste no quiere... y entran juntos, apoyándose el uno en el otro, haciendo más si cabe del triatlón un deporte de caballeros.
Y como una tonta, me emocioné... sé que puede sonar absurdo decir que cuando Iván frena para quedarse con Javi viendo así a dos campeones del mundo así de unidos, me hizo llorar, pero así fue... 
Ya sabía que Iván es una persona especial, noble y generosa, me encanta cuando lo veo en la piscina en Santiago y me dice que si compartimos calle, o me cuenta sus buenas sensaciones y su ilusión por competir con una sonrisa en los labios. Siempre receptivo y atento es un placer verlo entrenar. 
Pero en el triatlón de Pontevedra, vi a un superclase... a un atleta que ha llegado a su madurez deportiva sabiendo que lo más importante no es la competición, sino los amigos, esos a los que estoy convencida de que Iván nunca les falla. 
A muchas personas les he oído decir " todo el mundo que conoce a Iván le quiere " y yo asentía pensando que podía haber mucha certeza en esas palabras, pero después de lo que pasó este sábado puedo decir que esas palabras están llenas de verdad...  
Y como en la vida... el triatlón nos muestra que en los malos momentos solo aparecen aquellas personas que realmente merecen la pena, como tú... Iván. 

Gracias por ser como eres.

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